Todas las personas interiorizamos una serie de traumas pasados y nos gusta saber que alguien los atiende con entendimiento. A partir de cualquier charla de lo más absurda puedes lograr que tu pareja confiese cuestiones que son de extrema relevancia para su estabilidad. No es posible, ocultar los problemas en un cajón y sacarlos cuando quieres. Cada persona lleva una serie de cargas y conflictos encima de los que no puede librarse. En cualquier diálogo esos conflictos internos surgen a la luz, asomando su cabeza y también intentando hallar el modo perfecto de compartirlos. En una conversación, mira siempre a los ojos para que se te reconozca como interlocutor. Generas mucha frustración cuando te están narrando algo y estás de espaldas, a tu bola. Asiente con comprensión cuando te cuente algo que estime esencial. No hace falta opinar o bien aconsejar. Sencillamente escucha, si te lo cuenta es pues confía en ti. Despreocúpate que pedirá tu opinión si lo considera oportuno. Si nacemos con dos orejas y una boca es porque hay que oír el doble de lo que hay que charlar. Una conversación puede cambiar radicalmente conforme el enfoque del diálogo.
Qué tanto estas cubriendo las necesidades de tu pareja, y ¿que harías como resultado para cubrir este ejercicio? (Lógicamente que ya hiciste el ejercicio, y mentalmente te pusiste en el puesto de tu pareja, mediste tu escala honestamente, ¿correcto?). Así es como puedes ir directo al punto, y saber si has sido efectivo al atentar cubrir las necesidades de tu pareja. Cuando comprendes de qué manera hacerlo, te darás cuenta que tu relación se llena de sorpresas placenteras. Afecto: Sin dejar de ser Alfa se debe satisfacer la necesidad de aprecio presente en las mujeres, lograr tiempo en solitario, conseguir una cita, comprenderse y conocerse más a fondo, con el propósito de que ella confíe en ti y que se pueda avanzar cara los besos y el sexo. Esta etapa puede extenderse más que la anterior, podrían ser 20 minutos como ciertos días o bien aun semanas, lo importante es proseguir con el vínculo y volver a generar atracción continuamente a fin de que no se pierda la energía de la interacción.
Verde: autoconocimiento, autoconfianza, autodoMinio, voluntad, responsabilidad
Están por todas s. No podemos escapar de ellas. Las hallamos en el trabajo, en casa, en el tiempo de ocio… en casi todos los campos de nuestra vida diaria. Nos rodean y nos afectan de forma continua. Las queremos y las eludimos por igual. Son la sal y la pimienta de la vida, pero también pueden ser el trago más amargo que nos toque beber. Nos pueden hacer sentir que somos las personas más afortunadas del mundo, pero con la misma sencillez por culpa suya podemos acabar sintiendo que somos los seres más desgraciados sobre la faz de la Tierra. Para bien o bien para mal, influyen en nuestra forma de ser y de ver la realidad. Son las relaciones personales. Este aislamiento es algo que todos conocemos después del final de la niñez. Si tenemos suerte, comenzamos lo suficientemente cómodos en esta tierra, en un estado de estrecha unión física y emocional con un cuidador devoto. Nos acostamos desnudos sobre su piel, podemos escuchar el latido de su corazón, podemos ver el deleite en sus ojos mientras nos observa hacer nada más que hacer explotar una burbuja de saliva; en otras palabras, simplemente existir. Podemos golpear nuestra cuchase contra la mesa y también inspirar risas coléricas. Se nos hacen cosquillas en los dedos y se acarician, se funden y se besan los pelos finos de nuestra cabeza. Ni tan siquiera tenemos que charlar. Nuestras necesidades son esmeradamente interpretadas; El pecho está ahí cuando lo queremos.
De forma frecuente, va a ser alguien de manera perfecta normal que, como es lógico, sale con el Objetivo porque tiene alguna clase de relación con ella profesional, de amistad, sentimental, sexual, etc. Para dichos casos va a bastar servirse de procedimientos estándar a la hora de aislar501. Otros factores que influyen en una impotencia psíquica o ocasional son los medios, los anuncios y los mitos creados en torno a la sexualidad. Escenas de amor en las que la pareja se deshace en gritos de placer, que adoptan posturas imposibles de conseguir a menos que seamos atletas, y amores tan románticos que dejan en absurdo las relaciones cotidianas, pueden hacer pensar a más de un hombre que él sería incapaz de administrar ese Séptimo Cielo que pregonan, y de ahí a la impotencia como coraza va un paso. Esa mentalidad es común. Muchas mujeres han llegado a opinar que al ofender al hombre públicamente, ya le dieron su castigo, su sanción. Luego cruzan los dedos esperando que eso haya funcionado y que ya se portará mejor. De lo explicado en los parágrafos anteriores y de lo que nos puede dictar la lógica se infiere que no es moco de pavo adentrarse en los vericuetos de una relación de Intercambio Total de Poder. La relación TPE ha de ser entendida, por ambas partes, como una relación a largo plazo, un lento adquirir confianza, comprensión y conocimiento no solo del otro, sino también de uno mismo. Y es que, como acostumbra a decirse, uno jamás sabe del todo como actuará en determinadas circunstancias.
Me gustan tantas cosas que sería imposible escribirlas
La testosterona le brinda beneficios adicionales que no están relacionados directamente con su sexualidad ayuda a formar sus huesos y previene la pérdida ósea, mantiene una proporción equilibrada de grasa y masa muscular magra y mejora su fuerza muscular. Durante la mediana edad, puede asistir a reducir los sofocos, la sudoración nocturna y los dolores de cabeza. La testosterona asimismo puede asistir a proteger sus células cerebrales de una lesión, y las investigaciones demuestran que pueden asistir a prevenir las neuronas enmarañadas en el cerebro asociadas con la enfermedad de Alzheimer. Para charlar de cifras, en 1953, el Informe Kinsey consigna que un 92 por ciento de los varones y un 63 por ciento de las mujeres aseveraban haberse masturbado alguna vez. Es interesante indicar que, en nuevas encuestas (Informe Hite y otras) esta diferencia entre los sexos tiende a reducirse cada vez más.
Es un acto de violencia tanto física como psíquica, y hasta los criminales en las prisiones no tratan con los violadores, les aíslan. Y si la mujer se ve forzada a cooperar para eludir daños mayores soporta la agresión sexual viviendo una situación de pavor. En nuestros días la violación es más usual de lo que creemos y muchas mujeres violadas no se atreven a denunciarla por vergüenza ante el resto, por la incomprensión de su pareja o de su familia o por miedo a la incomprensión de la policía que no siempre sostiene la actitud conveniente ante la víctima. Como mencioné previamente, yo no soy muy de oraciones preparadas, para abordar a una mujer. Para mi, si tienes la actitud y el porte que ya hemos platicado, vas a destacar de entre todos los demás, hasta tal punto que puedes aproximarte a una mujer y decirle hola, y estará deseando que le pidas su número de teléfono. Eso me recuerda a la escena recordable en la película de Jerry McGuire en donde Tom Cruise llega a la casa de su exnovia para solicitarle perdón. entra, le afirma hola y en seguida se disculpa y le empieza a dar explicaciones de todo lo que sucedió. Renée Zellweger lo interrumpe y le dice: Cállate. Fui tuya desde el instante en el que afirmaste hola.
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Por la experiencia que tengo en esta vida, yo aprovecho para decirte que, alguien que abandona a sus deberes para poder hacer los de su prójimo, es una persona imbécil la que desea romper la regla numero 33 y según las leyes de la vida, el que rompe esta regla es homónimo de fracaso. Yo te diré por que razón practico esta regla para que comprendas mejor todas sus importancias. Desde el momento en que yo estaba estudiando en el quinto curso de la escuela primaria, ya tenía esta regla bien clara en mi cabeza y la cumplía siempre y en todo momento de pies a la letra. En todos y cada uno de los cursos, siempre y en todo momento tenía muchos amigos los cuales yo quería mucho pero al mismo tiempo, en mis exámenes no podía romper la regla número 33. Por este motivo, cada vez que ellos me pedían ciertas contestaciones para poder completar sus exámenes, siempre les afirmaba que tenían que esperar hasta el momento en que terminara de llenar primero el mío. Pues mi deber era concluir primero lo mío y después para poder ayudarles a ellos con los suyos. Yo siempre y en todo momento les ayudaba mas con una condición muy simple: Primero terminar de completar mi examen y después ayudarles a ellos en lo que yo podía. De hecho, una de mis compañeras de clase era mi novia y también yo tenía como responsabilidad asistirla siempre y en todo momento. Aun, ella también debía admitir mi condición. O sea que, la ayudaba siempre y en todo momento mas después de haber terminado el mío. A pesar de que la quería mucho a ella pero mi examen era mi deber y uno tiene que hacer siempre y en toda circunstancia sus deberes antes de todo. No obstante, mi puta no deseaba comprenderlo y por tal razón muchas veces, se enojaba conmigo. Por servirnos de un ejemplo, cuando el tiempo limite para acabar el examen se acercaba y incluso no había hecho nada entonces se enfurecía mucho conmigo pensando que tenia la culpa. Ciertos exámenes eran muy difíciles de completarlos incluso para mis compañeros de clase. Yo siempre y en todo momento trataba de terminar el mío mas rápido que pudiera para asistir a ella pero en muchas ocasiones ella no deseaba comprenderlo. Lo único que ella deseaba era: por ejemplo, tenia que ayudarla primero a llenar todo su examen y después tenia que hacer el mío mas jamás quería hacerlo de este modo. Desde el momento en que ella se puso de novia conmigo, dejó de estudiar como anteriormente en su pasado. Porque ella sabía realmente bien que mi deber era asistirla con sus exámenes. Era muy cierto, mas no tanto para desamparar a mi examen y llenar lo de ella completo. En varios exámenes, me equivocaba en muchas cosas fáciles. Porque tenía muchas presiones encima de mí. Por ejemplo, yo debía pensar en las preguntas las que tenía que responder y por otra parte, uno grupo de amigo e inclusive mi propia chica presionándome. Todos sabemos muy bien que, lo peor de todo en un examen es el tiempo. Las horas siempre pasan como si fuesen los minutos. Imagínate que te dan una hora y media para poder completar un examen lo cual tiene unas 30 preguntas difíciles. Muy frecuentemente, tienes todas las respuestas de las preguntas en la punta de tu lengua mas las presiones te hacen olvidar todo cuanto debes escribir y lo más duro es cuando tu rompes las regla 33. Quiere decir que, cuando dejas tus exámenes sin concluir para poder asistir a alguien con los suyos. Al final de la cuenta, tú verás a todos los otros con un buen resultado y tú te quedas atrás con un titulo de perdedor. Lo que más duele es que, a todos los que ayudabas con sus exámenes están felices por haberlos logrado pero que eres más inteligente que has fracasado por haber roto la regla número 33. Por tanto, te voy a contar la historia de un compañero de clase el que había roto esta regla, al fin y al postre, sus compañeros de clase le cambiaron su apellido por uno nuevo: EL FRACASADO